La débil paz firmada en Longjumeau el 22 de marzo de 1568 con la que se trató de cerrar la Segunda Guerra de Religión en Francia solo sirvió para tensar las posturas encontradas entre católicos y protestantes. La orden de detener a Louis de Bourbon, príncipe de Condé, dictada por la reina Caterina de ‘Medici cuatro meses después reabrió las hostilidades e inició una nueva contienda...