Aunque el euskera roncalés se perdió, sigue vivo en varias áreas, como la toponimia y la oiconimia. En este libro la autora ha querido analizar un ter-cer campo: el del habla cotidiana. Así, ha podido demostrar que el uskara aparece constantemente en el habla y en las conversaciones diarias de los siete pueblos del Valle de Roncal. Por lo tanto, lo que encontraremos en este trabajo es ese eco del uskara: las palabras. Además, y a través de los testimonios de los y las entrevistadas, hallaremos también la sabiduría de este valle.